-No le corrijas constantemente. Si lo haces, cogerá miedo a hablar y dejará de hacerlo, es preferible que más tarde tú repitas correctamente la palabra que él ha dicho mal.
-No le interrumpas mientras habla, dale tiempo para expresarse y espera un poco antes de contestarle.
-No le exijas que repita lo que ha dicho o que comience de nuevo, porque eso le desanimará.
-Hablarle y explicarle cosas es bueno para él, pero aún lo es más escucharle, aunque repita frases o palabras.
-Piensa como le hablas. Si lo haces muy deprisa y sin pronunciar bien algunos sonidos, tu hijo hablará del mismo modo.
-En ocasiones, que tu hijo no hable bien puede deberse a problemas de oído y a que no sepa discriminar correctamente los diferentes sonidos.
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